Aspectos clave de la atención integral al adulto mayor

Según el registro de la Secretaría de Integración Social,  la capital cuenta con más de 152 hogares para adultos mayores. La mayoría de estos son de propiedad estatal o mixta, mientras que un porcentaje menor es de carácter privado. Todos los hogares deben cumplir con una serie de requisitos que aseguren su adecuado funcionamiento, y las familias deberían considerarlos antes de decidir la institucionalización de un familiar.

Independientemente del costo o la naturaleza del hogar seleccionado, la Ley 1315 de 2009 establece que todos los hogares geriátricos, así como los centros día, deben cumplir con normativas específicas. Por ejemplo, se exige que un hogar geriátrico cuente con personal capacitado en cada área habilitada y que disponga de un reglamento interno tanto para los colaboradores como para los residentes.

Además, la ley señala que el hogar debe estar bien iluminado, con áreas diferenciadas para dormir, comer y realizar otras actividades. Es fundamental eliminar barreras arquitectónicas que puedan representar un riesgo para las personas mayores.

El concepto de “humanización espacial” también es crucial; los espacios deben ser cómodos, con iluminación adecuada y colores que generen bienestar. Los hogares que cuenten con más de un piso deben disponer de ascensores o rampas que faciliten el acceso a sillas de ruedas, y los pasillos deben estar equipados con pasamanos en al menos uno de los lados. No se permiten escaleras de caracol ni de tipo abanico.

En caso de que haya escaleras, estas deben ser lo suficientemente anchas para permitir el paso de al menos dos personas. Es preferible que existan áreas exteriores para recreación, como patios o jardines. Los baños deben estar cerca de los dormitorios o integrados en ellos, y también deben contar con iluminación y pasamanos.

En cuanto a la cocina, esta debe cumplir con las condiciones higiénicas y sanitarias necesarias para garantizar una correcta recepción, almacenamiento, preparación y manipulación de los alimentos. El equipamiento, incluida la vajilla, debe estar acorde al número de raciones a preparar, y los comedores deben tener capacidad para albergar al menos al cincuenta por ciento (50%) de los residentes simultáneamente.

El establecimiento debe contar con personal idóneo y en cantidad suficiente para satisfacer, de manera permanente y adecuada, la atención integral de los residentes, de acuerdo con su número y condiciones físicas y psíquicas.

Al visitar un hogar asegúrese de que estas condiciones se cumplan rigurosamente para que su familiar se sienta cómodo y no enfrente problemas durante su estancia. También es importante preguntar sobre las políticas de visitas y la experiencia del personal en el cuidado de adultos mayores.

Es importante mencionar que estos son los estándares mínimos de funcionamiento. Sin embargo, si el hogar ofrece beneficios adicionales, esto puede ser un valor añadido para quienes buscan una institucionalización adecuada. Antes de ingresar a un familiar, recuerde solicitar un recorrido por las instalaciones.