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¿Cuáles son los beneficios de la terapia física en personas mayores?

La terapia física, también conocida como fisioterapia, es una disciplina de la salud que busca mejorar la función física y la calidad de vida perdidas tras una lesión, accidente o enfermedad que afecte la salud muscular y articular. Es la herramienta principal para la recuperación de deportistas o personas con mayor riesgo de accidentes y lesiones, ya que permite reactivar la mecánica corporal de forma saludable.

Sin embargo, en la vejez el objetivo no es tanto mejorar la función física ni fortalecer significativamente los músculos, sino mantener las funciones físicas existentes. En personas mayores de 70 años, la fisioterapia busca conservar la capacidad de caminar, mantener el equilibrio, la coordinación motora y la habilidad para realizar actividades cotidianas de manera independiente.

Es importante recordar que en la vejez es común la reducción de la masa y la fuerza muscular, en parte porque la producción de vitaminas, como la D, disminuye con la edad. Esta pérdida de masa muscular suele traducirse en debilidad, cansancio y falta de energía. En este sentido, la terapia física, junto con una dieta saludable, es una estrategia fundamental para combatir el debilitamiento muscular.

Además, la fisioterapia no se limita a ejercicios: incluye también masajes y estímulos físicos como el calor, el frío, corrientes eléctricas y ultrasonidos que ayudan a estimular los músculos.

En personas mayores, la fisioterapia es especialmente efectiva para aliviar los síntomas de problemas como:

  • Dolores de espalda
  • Osteoartritis
  • Problemas del suelo pélvico como incontinencia
  • Parkinson
  • Ciática
  • Cirugías de cadera
  • Tendinitis
¿Cuáles son los beneficios de la terapia física en personas mayores?

Como mencionamos al inicio, en las personas mayores no se busca aumentar la masa muscular de forma significativa mediante la fisioterapia, ya que a edades avanzadas esto tiene resultados limitados, especialmente en quienes tienen movilidad reducida.

No obstante, la terapia física ayuda a reducir dolores crónicos de articulaciones y músculos, mejora la movilidad necesaria para realizar actividades diarias y fortalece el equilibrio, contribuyendo así a prevenir caídas.

En el caso de cirugías frecuentes en la vejez, como el reemplazo de cadera, la fisioterapia es especialmente útil para la recuperación. También ayuda a retrasar la aparición de síntomas asociados a enfermedades como la osteoporosis y la artritis.

En La Casa reconocemos la importancia de la terapia física para mantener una calidad de vida óptima en la vejez. Por eso, nuestros residentes asisten semanalmente a sesiones de fisioterapia en grupos organizados según sus habilidades funcionales y necesidades. También se realizan ejercicios pasivos con aquellas personas que permanecen en cama o en silla de ruedas.

De esta manera, evitamos el sedentarismo, mantenemos un estado muscular positivo, reforzamos el equilibrio y brindamos mayor estabilidad en la marcha de nuestros residentes.